Al despertar, haga una oferta sincera para que un verdadero trabajo interior ocurra, para que no se pierda en medio de la imaginación y de pensamientos confundidos. Ofrezca los pensamientos a los niveles superiores y también la imaginación, así como cualquier proceso mental o creativo. Empiece el día de forma lenta, en el caminar... en el hacer... en el hablar... en nada se precipite. Si algo exige respuesta, retárdela. No debe hacer acciones precipitadas ni pensamientos confusos. Adquiera el poder de conducir un pensamiento detrás de otro... y de observar.
Si no consigue observar los propios pensamientos, respire profundamente y no haga nada. Si viene o emerge una crítica, espere, debe haber tiempo para entregar la crítica a lo alto y de transformarla...
Por esto debe retardar la respuesta. Esta es una técnica para la convivencia diaria en cualquier situación, si se practica durante tres días algo cambiará. Seguro. Hecho con precisión algo comenzará a suceder en el nivel mental y podrá facilitar mucho el trabajo de aproximación consciente a los mundos internos.
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