viernes, 19 de septiembre de 2014

El Amor

Mensaje de la Madre María.
Canalizado por Ana Goicoechea


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El Amor es sencillo de luz y esperanza, es una fortaleza sin igual en el alma humana para vencer toda dificultad y atrevimiento externo. El Amor también es un estado del Ser interior, profundamente herido, y que a través del Amor sana y se eleva en su máxima expresión y plenitud. No hablo de un amor mundano superficial y emocional, de un sentir. Sino de un Vivir, un Amor si fronteras, sin límites, ni condición, un Amor que no separa sino que une, un Amor que aglutina y vence. Un Amor profundo y puro, Amor incondicional.


La primera expresión de Amor es ...
hacia uno mismo. Sí, porque en uno mismo está Todo. En uno mismo está Dios, están los hermanos y está la aceptación de todos los procesos de la vida. En uno mismo está todo. Amar, perdonar, fluir, aceptar, colaborar, servir, vivir en plenitud buscando siempre el mayor bien sin condición... son experiencias del mismo Amor divino.


Amor es expresión de luz y armonía, es alegría y dicha. El Amor no se corrompe en juicios de valor, sino que comprende, ampara y acoge.
Puedes vivir solo, sin pareja, sin familia, incluso sin amigos, pero puedes amar de verdad, puedes amarlo todo. Puedes amar lo que Eres, la divinidad presente en ti y en toda la creación sabiendo que todo está bien AHORA.


El primer mandamiento es "amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo" . Así pues comienza a amarte, a amarte, a amarte para que una vez despierto el amor en el Centro de tu Ser, en lo más profundo del sol divino de tu corazón eterno, no puedas dejar de hacerlo haca todo lo demás: Dios, hermanos, circunstancias, experiencias, probabilidades, pensamiento y sentimientos, cuerpos carnales... Amor es la clave.


No dudes ni sospeches del Amor. El no falla nunca. Ahora bien, has de permanecer en atención constante para darte cuenta de a cuántas cosas llamamos amor sin que lo sean! El ego nos confunde constantemente. Ámalo también, aprende para que no domine tu vida. Mantenlo bajo estrecha vigilancia y procura ante todo ser feliz y vivir una vida llena de contenido. En la debilidad ataca el ego, coge fuerza para confundirte y hacerte dudar, así el se torna de nuevo en rey protagonista. La mente es su refugio y su alimento. No dejes que tu mente sea un ejército luchando contra tu verdadera esencia. Moldéala para que siempre fluya y sirva el propósito más elevado del Amor cuyo centro está en tu corazón. Ese centro rosado de luz divina que emana un caudal de energía tan inmenso que lo abarca y lo transforma todo en luz pura.


Cuida ese centro, cuida esa esencia, observa tus pensamientos y no cedas ante la indecisión, las dudas, la inseguridad y la baja autoestima. Déjate guiar siempre por él y acertarás.

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